CONSECUENCIAS DEL DCA
La consecuencia más grave de la lesión suele ser la muerte. Afortunadamente, en cuanto a traumatismos craneoencefálicos se refiere, sólo 30 de cada 100.000 mueren. El 50% de los que fallecen lo hace en las dos primeras horas después del accidente. Una buena intervención médica en los primeros momentos es crucial, porque puede incrementar las posibilidades de supervivencia de una manera significativa, y además aumenta el nivel posterior de recuperación.
Es normal que una persona que haya sufrido una lesión cerebral ingrese en un estado de coma. Dependiendo de la severidad de la lesión, el coma puede resolverse rápidamente o más lentamente. Una vez superado el coma, se produce una fase de recuperación de las funciones cerebrales que han sido afectadas. No todos los pacientes llegan a recuperar su nivel de funcionamiento inicial. Algunas personas tienen graves secuelas durante toda su vida, otros tienen una recuperación casi total y otros tienen una recuperación casi milagrosa.
Las lesiones cerebrales producidas pueden provocar déficits físicos, cognitivos, emocionales y sociales. Cada parte de nuestro cerebro se encarga de unas pocas funciones, por eso y dependiendo de la lesión los técnicos utilizaran unas técnicas u otras. Dentro de esos déficits nos encontramos con la pérdida o disminución de las capacidades motoras y sensoriales, perdida de atención, memoria, orientación espacial y temporal, disminución en la comprensión abstracta, la depresión, la apatía, la desinhibición y la agitación.